miércoles, 12 de marzo de 2008

Hoy digo entre estos muros

Fragmento: Los Tiempos de Cronos, Etienne Klein. Fisico Frances.



Hoy digo entre estos muros, hoy dirán mis descendientes siglos después. Las paredes serán destruidas, el jardín regado, crecido, niños serán nacidos, serán viejos, serán difuntos.



Nuevas vísperas, nuevas fiestas, nuevas desdichas, rosas a los novios, coronas funerarias.



Hoy, ayer, hoy, hoy, mañana. Reímos yo y mi amada reímos, juzgamos que nuestros hoy es hoy.



Así rieron mis abuelos sin pensar que vendríamos. Así reirán mañana otros abuelos echándonos al olvido.



Si los pasados son validos, este hoy también lo será siempre. Si el nuestro vale, los demás son inexistentes. ¿Cuál es el “hoy” realmente único?.

jueves, 6 de marzo de 2008

A ti.. (Cristián Warnken )

A ti que lees estas líneas, que estás bajando por una de las tantas autopistas de la ciudad en esta mañana de marzo o, tal vez, estás en un vagón del Metro -con la mirada extraviada, como todos los que viajan a esta hora-, o paladeas el primer café y recorres distraído las páginas de este diario, buscando algo que no sabes qué es.

A ti, que llevas a tus hijos al colegio y que acabas de no escuchar una pregunta que te hizo tu hija más pequeña, porque estabas pensando en otra cosa. A ti, que acabas de salir de la ducha y te ves un instante en el espejo. A ti, que pasas rápido a mi lado y casi me empujas y no me ves.

A ti, que -con apenas 18 años- te levantas con el tedio pegado en el alma y te enchufas al computador para no abrir la ventana de tu pieza que da al jardín. A ti, que miras a tu marido todavía dormir a tu lado, y ves su nuca y su piel gastada, y sientes en el centro de tu pecho un hueco, la sensación de un cansancio del que quisieras huir a miles de kilómetros de ahí.

A ti, que estás comprando el pan sin emocionarte con su olor y su temperatura. A ti, que entraste al cajero automático y descubriste que el saldo de tu cuenta era negativo, y sientes miedo, rabia, angustia. A ti, que acabas de dejar a tu niño en la sala cuna y te fuiste sin cantarle esa canción "que a él tanto le gusta". A ti, que acabas de entrar en la oficina y te dispones a iniciar un día igual a todos los días, trabajando sin amor por lo que haces, como pieza de un engranaje que te devora.

A ti quiero agarrarte de la solapa, del brazo -con respeto, pero con fuerza-, a ti quiero detenerte en tu carrera loca y decirte lo que tal vez nadie te ha dicho nunca, porque no se enseña en los colegios ni aparece en los diarios. Yo no soy nadie para quitarte cinco minutos de tu atiborrada y desesperada agenda, soy uno más entre los millones que bajan esta mañana a comenzar un día más en la ciudad. Entonces, ¿por qué habrías de desconectarte de tu "iPod" o apagar tu celular para escucharme? Pensarás acaso que soy un predicador más, un vendedor de seguros, o alguien que quiere robarte a plena luz del día. Sé que me mirarás con recelo, con molestia, con desconfianza.

A ti, que me oyes pendiente de tu reloj, quiero decirte, antes de que desaparezcas devorado por la multitud: "El hombre es desgraciado porque no sabe que es feliz. ¡Eso es todo! Si cualquiera llega a descubrirlo, será feliz de inmediato, en ese mismo minuto. Todo es bueno". ¿Y eso era todo? -me dirás-. Sí, y te digo: todo lo demás, fuera de eso, es nada. Si te he agarrado de la solapa y te he abordado a esta hora de la mañana de este jueves que escribo es para decirte que eres feliz y no lo sabes. Y que eso que te dije lo dijo una vez un hombre como tú, que se llamó Dostoyevski.

Y yo, ¿quién soy para hablarte así, para entrar en tu privacidad y leerte la cita de un ruso que no conoces? Yo soy el muerto. Yo estoy muerto, tú estás vivo. ¿Muerto tú? -me dirás-. ¡Pero si puedo tocarte y verte y oírte! Sí, pero estoy muerto. Yo me levantaba en las mañanas como tú, prendía la radio como tú, paladeaba un café como tú, miraba distraído las primeras nubes en el cielo, y llevaba a mi hijo al jardín, y no sabía que era feliz, que estaba vivo. No lo sabía, como tú no lo sabes, como no lo saben tantos que no pisan con placer las primeras hojas del otoño, que no se detienen a ver los primeros rayos de luz colarse por la ventana para entibiar la piel del o la que duerme todavía a tu lado.

Pero esto, en realidad, no me lo enseñó Dostoyevksi, sino mi pequeño hijo Clemente, un niño como millones de niños que en este momento son llevados al colegio, un niño que me hizo una pregunta que no escuché una mañana de un jueves como hoy. ¡Eres feliz y no lo sabes! Eso es lo que enseñan los niños que mueren, eso lo aprendemos de un golpe los que morimos con ellos, eso es lo que los vivos como tú no pueden escuchar.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Es aqui mi pequeña...

Es aquí entre mis cerros de arena
donde encuentro la paz
y la soledad me toma.

Es aquí donde mis pensamientos
por ti no descansan, donde
sueño contigo y no me separa la distancia.

Es aquí donde los ríos, lagos y mares
toman sentido de viajes,
como cuando viajo en tu cuerpo
cubierto de amapolas.

Ya es tarde y cae la noche
miro los astros y busco tu rostro,
una mirada intensa me conmueve.

Es en esta noche en que te recuerdo
y no en otra.
en donde mis pensamientos están contigo
y tu acostada en la arena de tu isla
tratando de olvidarme.

No hay noches en que puedas
cumplir tus palabras de olvidarme
es intenso el ocaso y en tu isla
tu cuerpo acostado.

Es aquí entre mis cerros de arena,
donde encuentro la paz
y la soledad me toma

Es aquí donde quiero morir,
pero morir hoy,
mi perfume volará hacia ti
por el horizonte infinito y
confundiéndose con las estrellas.

sábado, 21 de abril de 2007

¡Yo soy un Quijote!

Si, claro. Después de tanto pensar en mi interior, y sin hacer una gran evolución de un pensamiento radical, descubro que soy un Quijote. Soy un hombre viejo, algo canoso y cansado de esta vida, que no se como me he logrado mantenerme en pie.Además uno insiste y porfía en si mismo en idealizar a Dulcinea, una hermosa mujer que no existe que no concuerda con los tiempos, pues ellos avanzan algo mas rápidos que uno mismo. Es que el ser humano sueña y sueña, de día y de noche.¿Cuál es la importancia de caminar?. Todos me gritan loco, día a día, es que a uno no le hacen el camino mas difícil, si no por el contrario, pues el que esta loco no razona y eso de loco nos da animo, pues de buscar tierras, explorar, dormir en el suelo es de hombre.La sed, el cansancio, el sol, la sequedad en la boca no los detiene.Pues ahora digo, ¿Por qué Cervantes me describe?, es que soy muy egocéntrico al decir esto, o ¿hay muchos como yo?, creo que si. A lo largo del tiempo he inclusive antes de Cervantes ya existían Quijotes de la Mancha, hasta ahora y hasta el fin.
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Cada día uno lucha contra estos edificios, los taxis, la muchedumbre que no me deja avanzar, al comprar un ticket del metro, en donde me sumerjo por el centro de mi ciudad, en donde existen estos dragones de las casa comerciales. Los molinos, que hay de ellos, esos espejismos, esos flash back de la vida, en donde uno cree ganar, esta apunto, y despertamos derrotado lleno de gente a nuestro alrededor haciendo un gran espectáculo.Pero no puedo dejar de olvidar aquel romanticismo, clásico, obsoleto, hasta algo ridículo, pero a los viejos nos encanta.
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Como por ejemplo. “Dichoso tu sobre todos los escuderos del mundo, que vas a ver la mejor dama que fuera cortejada por caballero, anda hijo y no te turbes, cuando vieres la luz de su hermosura, cuando estés delante de mi señora y mira bien y fíjate los detalles si se desasosiega, y cambia de color escuchando mi nombre, o si se pone sobre un pie y ahora sobre el otro al oírte tu en bajada. Si estuviera sentada mira si se ahueca como si no cupiera en el cojín, escucha si repite sus respuestas dos o tres veces. Oh y mira si se lleva la mano al cabello para colocarlo aunque no estuviera desordenado, porque para los amantes estos signos son certísimos correos que tren la nueva de lo que acontece allá, en el interior del alma”.
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En cambio para algunos, los hombres Sancho(s) no son más que hombres de poca fe, y hoy en día abundan. Personas que habitan bajo la sombra de una gran persona, pues mirad lo que Cervantes nos invade con sus dichos.“Bien aventurado eres sobre cuantos viven sobre la faz de la tierra, tú no tienes envidia ni eres envidiado, duermes con sosegado espíritu, a ti no te persiguen encantadores ni te sobresaltan encantamientos. No tienes celos de ninguna dama, ni la ambición te inquieta, ni la pompa del mundo te fatiga, duerme, duerme, que a ti no te aflige el ver que el cielo se hace de bronce, que el roció no cae sobre la faz de la tierra .”
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En fin.. quizás algo de eso soy… pues un caballero, que avanza día a día, cabalgando en diferentes paisajes detrás de un ideal. Y para ti, te has preguntado ¿cuales son tus molinos?, ¿en que situaciones has sido un Sancho?. Y es más ¿Que te protege en la vida?. ¿Porque estas en pie?.., ¿Cual es tu ideal?. ¿Quien es tu dulcinea?.Reflexiona y veras que también lo eres, un verdadero Quijote.